viernes, 9 de septiembre de 2011

Llegada a Islandia. Puerto de Seydisfjdour.








Llegamos a Seydisfjdour por la mañana temprano. La ciudad no es muy grande, apenas tiene un pequeño supermercado y un banco y nos recomiendan seguir unos 20 kilómetros hasta Egilsstadir donde podremos abastecernos y cambiar dinero.


Encontramos un "Bonus", la cadena de supermercados mas barata de Islandia. La puerta está abarrotada de los todoterrenos que han bajado del barco.




También cambiamos dinero 1,00 euro = 159,108 ISK.



Desde el 2008 con la crisis la corona islandesa ha sufrido numerosos altibajos. Hace apenas unos meses 1 euro era 126 coronas y por lo que pudimos comprobar variaba mucho dependiendo de donde te metieras.




Algunos bancos cobran una comisión de 50 coronas por cambiar dinero independientemente de la cantidad. Otros no te cobran nada pero el cambio es peor.






Estamos encajonados en un valle por lo que nada mas salir de la ciudad comenzamos a ascender.


La nieve cubre las montañas y la temperatura no excede de los 7º. Las cumbres aparecen cubiertas de nieve y al rato estamos jugando en ella sin prisa alguna. Se hace raro en pleno agosto estar haciendo un muñeco de nieve y mas cuando hace apenas unos días nos bañábamos en la playa a 43º.


En Islandia la única carretera asfaltada es la 1 o Ring Road la carretera que rodea toda la isla. El resto son pistas en mejor o peor estado pero sin mucha complicación. Y para alegría nuestra, están las denominadas "F" o "Fjall" , montaña en islandes. Son pistas en las que esta prohibido entrar si no se lleva un autentico todoterreno con reductora. Un cartel al comienzo de ellas explican que no sirven ni automoviles, ni siquiera todocaminos. Algunas son realmente complicadas como pudimos ver días después...






Vamos dirección sur, pero el mapa que llevamos, nos marca una pista, la 939, en la que ahorramos unos 65 kilómetros para llegar a nuestro destino, la pequeña población de Höfn, centro neurálgico para visitar el glaciar Vatnajörkull. Nada mas abandonar el asfalto, las pocas granjas que veíamos a lo lejos desaparecen. Comenzamos a coger altura por una pista salpicada de pequeños puentes y cascadas que ganan en altura y belleza. Paramos cada poco hasta que llegamos a Höfn. Donde hacemos noche en el pequeño camping de la ciudad.


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