viernes, 26 de noviembre de 2010

Rally Mongol 2009

















AQUELLOS LOCOS EN SUS VIEJOS CACHARROS...
RALLY MONGOL 2009
ESPAÑA-FRANCIA-ALEMANIA-REPUBLICA CHECA- UCRANIA-POLONIA-RUSIA-KAZAJSTAN-USBEKISTAN-SIBERIA-MONGOLIA

Si le preguntáramos a cualquier aficionado cual es el Rally más duro del mundo, casí sin dudarlo nos diría que el Dakar.
Pero hay una carréra que se lleva dispuntando desde hace cuatro años que duplica sus participantes en cada edicición provenientes de todos los rincones del mundo. Es el Rally Mongol.
15000km de recorrido, más o menos una tercera parte del planeta. Con un recorrido libre, es decir, la organización te da la salida y te espera en la llegada pero luego cada uno es libre de coger por donde quiera. Por supuesto bajo tu cuenta y riesgo “eres libre de sobornar, estafar y hacer trampas para llegar a la meta”, son palabras de la organización y si tienes problemas buscate la vida ya que no dispones de ayuda exterior salvo la que te puedas buscar o encuentres en otros participantes.
Los coches no pueden exceder los 1000cc a partir de ahí pagas 100 libras esterlinas por cada 100cc que excedas.
Y la regla de los diez años. En ediciones pasadas los coches debían tener una antigüedad superior a los diez años, pero el gobierno de Mongolia decidió cambiar de opinión meses antes de la salida con el transtorno que eso a supuesto para los equipos. Aun asi tomaron la salida 460 equipos.
Casí todos los coches que participan terminan su vida en Mongolia ya que a la llegada del Rally se entregan a donación.
Esta carrera la organiza una ONG inglesa llamada The Adventurists Research Ltd que se caracteriza por organizar eventos “peculiares” por todo el globo, por lo que cada equipo participante debe de adquirir un compromiso de donación a una ONG de la zona de 1000 libras esterlinas.
La salida se dió simultaneamente desde Londres, Barcelona y Milan para luego dirigimos a Klenova cerca de Praga en la Republica Checa.
Nosotros, enganchados en el Rally por las imagenes de television del año pasado, tomábamos la salida en un Renault Clio de 1100cc y 49 cv de potencia , por delante 14 paises y un montón de incertidumbres.
La salida de Barcelona es rápida ya tenemos por delante 1000km para llegar a la fiesta salida en el castillo de Klenova. En el parque cerrado empiezas a mirar de reojo al resto de participantes que son de los mas variopinto, desde equipos que van simplemente a pasarselo bien a otros armados hasta los dientes, con coches que no desentonarían en un campeonato de Rallys. Ves placas de matrícula de lugares tan distantes como Dubai, Australia, USA y por supuesto España la segunda nacionalidad con mas inscritos.
Para llegar aquí algunos ya han tenido problemas pero todo es camaraderia y buen ambiente, desde los participantes oficiales de Chevrolet, Fiat o Tata hasta los cuatro amigos que han preparado un Nissan Micra en su garaje.
A las siete de la mañana tomamos la salida. El ritmo por autopista es de unos 100km/h. Tenemos que conservar ya que que nos quedan unos 8000km antes de que empiezen las pistas. Aunque el recorrido es libre basicamente son tres rutas las que podemos elegir. La Norte que atraviesa Siberia y entrá en Mongolia ya muy cerca de Ulan Bator. La del centro que es la que llevamos nosotros, lo que implica atravesar el desierto de Kazajstan y el Gobi, ademas de atravesar Mongolia en Oeste a Este y la ruta del Sur normalmente utilizada por los equipos que aprovechan el Rally para poder entrar en ciertos paises y hacer una carrera más turistica.
Los primeros países pasan bajo nuestras ruedas, Polonia y Ucrania las cruzamos en apenas tres días. Nos cruzamos con algunos equipos e incluso alguna noche acampamos juntos, al borde de la carretera. Desde España, gracias a los localizadores que utilizamos por SMS, nos dicen que vamos entre los diez primeros por lo que nos animamos y apretamos un poco el ritmo. Pasamos la frontera Rusa de madrugada. De momento no hemos tenido problemas con la policia corrupta pese a la fama de los ucranianos y sus vecinos rusos. Varios equipos nos confirman la situación con sablazos de hasta 200 y 300 euros para poder seguir y algún que otro policia enbadurnado con Vodka, que son los peores.
Por seguridad dormimos dentro del coche junto a otro equipo de Pais Vasco, en una gasolinera que esta abierta toda la noche. Habiamos conducido 1200km y para descansar ibamos a seguir en la misma postura, pero era tal el cansancio que dormimos como bebes. Hasta que a la seis de la mañana el vigilante nos invito a que nos fueramos.
El parar tan pocas horas hizo que, sin quererlo, nos pusieramos de los primeros. Lo bueno de ir delante es que cojes a la policia un poco despistada y te dejan proseguir sin soltar una moneda, el problema es que si rompes pueden pasar días hasta que te cruces con otro equipo.
Ahora empieza lo mas duro del recorrido. Tardamos unas seis horas en pasar la frontera kazaja pero por fin comenzaba lo bueno.
Nada más cruzarla el asfalto se deteriora increiblemente. Agujeros capaces de tragarse el coche jalonan el unico carril apenas señalizado.
La noche hizo acto de aparición cuando nos llega un SMS al movil de que el otro equipo andaluz participante, formado por dos coches, nos habia visto pasar cuando se disponian a montar las tiendas de campaña. Damos media vuelta y acampamos juntos, no sin antes comer en pequeño bar cuya dueña alucinó al ver llegar en medio de la noche a seis extranjeros hambrientos que devoraban todo lo que iba cocinando.
La siguiente jornada se suponia que sería muy dura ya que el asfalto desaparecía por lo que tiramos juntos unos kilometros hasta que en la entrada de una pequeña población nos despistamos unos de los otros.
El desierto comienza a hacer acto de presencia. Los primeros dromedarios de dos jorobas nos saludan desde fuera de la pista. El termometro no para de subir llegando a alcanzar al mediodia los 43º. El coche no tiene aire acondicionado y nos refrescamos con un pulverizador de agua que con el viento que entra por las ventanillas nos hace sentir cierto frescor, el problema es que llevamos ya unos cinco días sin ducharnos y la mezcla de arena, polvo, agua y demas hace que nuestra piel vaya cogiendo unos colores un tanto extraños, pero hemos venido a esto por lo que no nos podemos quejar.
En el coche llevavamos dos jerricans de 20l cada uno para estas largas etapas. Todavia no los habiamos utilizado ya que descubrimos que por muy pequeña que fuera la población siempre encontrabamos a alguien que vendia gasolina de contrabando. Kazajstan es productor de petroleo y por unas pocas monedas llenabamos el tanque del coche sin necesidad de sobrecargarlo. En uno de estos repostajes nos dicen que habian pasado dos coches del rally hacia apenas media hora. Pensabamos que eran nuestros amigos por lo que decidimos apretar el ritmo para alcanzarlos. Resultado dos reventones en medio de la pista y el tubo de escape colgando. Una de las llantas destrozada por lo que nos quedabamos solo con una rueda de repuesto hasta el final del Rally.
Aun así los alcanzamos pero era un equipo italiano de dos Panda 4x4 que se disponian a pasar la noche.
Nosotros decidimos proseguir. Necesitabamos una ducha como fuera y esperabamos encontrar alguna habitación en una de las poblaciones.
Fue así, preguntando por un hotel, donde nos pasó una de las anecdotas mas bonitas de toda la carrera. Nos invitaron a pasar la noche en la casa de uno de los chicos al que preguntamos. Nos presentaron a toda la familia la cual se acercaba a la casa para hacernos fotos con los moviles. Nos dieron de cenar y de desayunar pero lamentablemente el baño lo tenian estropeado. Estabamos batiendo todos los records en cuanto a aseo personal se refiere.
Era una pena estar por estas latitudes y no acercarnos a ver el Mar de Aral, el que dicen que es el mas contaminado del mundo. Los dos o tres bañistas que pudimos ver parecia no importarle y se bañaban pese a que sus orillas estaban repletas de basura.
En esta misma etapa, cuando estabamos comiendo algo al borde de la pista paró un camion con varias personas en su caja. Uno de ellos era un hombre mayor que viajaba con su nieto el cual chapurreaba algo de ingles. Al ver el coche se acercó y nos preguntó de donde veniamos. Para él eramos los primeros turistas que veia. Nos dijo que habia vivido cincuenta años bajo el yugo de la URRS y que para él era algo inaudito el ver que a su país comenzaban a llegar turistas. Nos dijo que era pobre pero que le gustaria que nos llevaramos un recuerdo de él y echandose la mano al bolsilo nos regaló unas monedas de su pais para que las regalasemos a nuestras hijas.
Todo un recuerdo, que como el quiso, así hicimos.
Siguen las pista rotas. No tienen nada que envidiarle a las africanas. El polvo se cuela por todos lados y los primeros fallos en el coche empiezan a aperecer. La amortiguación delantera va cediendo estrepitosamente y una de la puerta no se abre. Lo bueno es que de motor el coche va estupendamente pese a utilizar gasolina de dudosa calidad.
Nuevo país, nueva frontera y otras seis horas de tramite. El jefe de la frontera no le entraba en la cabeza que fueramos a entrar en Uzbekistan por solo dos días y no hacia más que preguntarnos una y otra vez porque no nos quedabamos mas tiempo.
Estamos en el centro de la Ruta de la Seda y Samarkanda es su principal reclamo turistico. Y se nota, aeropuerto internacional, centros comerciales, tiendas de primeras marcas multinacionales y hoteles de todos los precios y tamaños ....con ducha. Era el descanso del guerrero nos lo habiamos merecido. Quedaba lo mas duro del Rally y teniamos que coger fuerza.
Vuelta a entrar en Kazajstan esta vez tardamos siete horas pero coincidimos con dos equipos españoles que hizo la espera mas llevadera. Luego nos enteramos que a los dos días rompieron los coches y tuvieron que abandonarlos a unos 80 kilometros de la frontera china.
El nuestro, de momento aguanta. Todas las mañanas controlamos los niveles y hacemos una breve inspeccion por los bajos. Los amortiguadores delanteros parecen que han cedido un poco mas pero lo que mas nos preocupa es que solo vamos con una rueda de repuesto y que comienza a tener algunos ruidos.
Justo cuando hablabamos de ello un agujero que no ví en medio de la pista nos hizo saltar por los aires, aterrizando de una forma muy poco ortodoxa. Resultado el coche no arranca y estamos en medio de ninguna parte.
Despues de desmontar la bomba de gasolina, comprobar todos los manguitos y no conseguir arrancarlo, un coche nos remolca a un pequeño poblado hasta un taller cuyo mecanico no da con la averia. A estas alturas somos la atraccion del lugar. Medio pueblo se ha acercado a vernos y comenzamos a pensar que el Rally se ha acabado para nosotros. El mecanico insiste que es un fallo electrico y que hay que llevar el coche a Semey a unos setenta kilometros de polvorienta pista. Nuestro Angel de la Guarda tenia la pinta de una estrella del Hip-hop pero se brindo a remolcarnos con su Land-Cruiser hasta el taller.
Despues de romper dos enganches, una eslinga e incluso un protector del Toyota llegamos a la puerta del taller. Dos horas dandole vueltas al coche y este seguia sin arrancar. Cuando estabamos al borde de la desesperación me da por accionar el cortacorrientes por si habia saltado en el golpe. Cosa que a ninguno se nos ocurrió. En unos instantes el coche estaba andando.
Nadie nos quiso cobrar nada ni remolcador ni mecanico. Todo fueron amabilidades en un momento en el que realmente teniamos un problema.
Es increible como una simple linea puede separar tantos mundos. En un lado Kazajstan con sus rasgos asiaticos pero de tez morena, al otro, todos rubios con ojos azules y de casi dos metros de altura. Por no nombrar la forma de ser. En Kazajstan todo fue hospitalidad, amabilidad y buenas maneras pese a que en alguna ciudad nos recomendaban no salir del hotel porque era peligroso. En Rusia y en Siberia sobre todo, costaba arrancar una sonrisa y todo el mundo te miraba con desconfianza y no es por el clima ya que en un lugar y otro los rigores del invierno y verano son similares.
La entrada en Siberia es rapida y no es como nos imaginabamos estamos cerca de Barnaul uno de los destinos turisticos rusos preferidos y se nota en los automoviles y las casas. Aquí aparte de los omnipresentes Lada y Uaz, los Porches, Q7 y X5 son legion.
Solo cuando nos acercamos a la frontera de Mongolia es cuando las casas de madera y la pobreza empiezan a aparecer. Esto sí es la Siberia que nos imaginabamos. Conducias horas y horas y apenas te cruzabas con un coche. La carretera que llevamos solo lleva a la frontera mongola la cual apenas funciona desde hace unos pocos años. Tashanta parece un pueblo fantasma. Es la última población rusa. Apartada de cualquier sitio y está a unos 2000 metros de altitud y aunque es pleno agosto la temperatura baja hasta los 0º. Apenas hay ocho o diez casas y su construccion mayor se encuentra totalmente en ruinas con todas la vidrieras rotas y multitud de cuervos posados en sus travesaños de madera. No desentonaria en cualquier peli de terror. Justo en la puerta tuvimos que esperar cerca de tres horas hasta que la frontera abrió. Aquí coincidimos con una pareja francesa que estaban dando la vuelta al mundo en bicicleta durante tres años. Llevaban 10 meses desde que salieron de casa.
En apenas tres horas de espera otros equipos del Rally van llegando. Dos ingleses y un español el cual lleva a unos de sus mienbros enfermo por lo que los ultimos días han estado apretando el ritmo por llegar cuanto antes a la civilización.
Gestionamos sin problemas las salida de Rusia pero es aquí cuando se produjo un imprevisto que mino mucho la moral de todos los participantes. Cruzamos la tierra de nadie y cuando estamos en la frontera mongola vemos que hay varios equipos retenidos algunos llevaban cinco dias parados y la desesperación empiezaba a dejar huella.
La frontera no tiene el listado de inscritos en el Rally por lo que para dejarte pasar tienes que pagar unos derechos de importación el vehículo a lo que los participantes nos negamos. A todo esto The Adventurist (la organización) nos dice via SMS que esperemos que están en ello. Conforme van pasando las horas más equipos van llegando y pasamos el tiempo reparando los coches o jugando partidos de futbol cuando no estamos refugiados de alguna tormenta en las tiendas de campaña.
Pasados dos días llega por fin el ansiado fax y los coches van tomando la salida según el orden de llegada.
Está parte es la más dura del Rally son 1500km de pistas, vadeos y apenas población. A esto hay que añadirle que los GPS estan prohíbidos y no existen indicaciones algunas. El paraiso para la aventura.
Comenzamos pasando equipos y el ritmo que llevamos es alto. Vamos guiandonos por brujula entre la maraña de pistas. En algunas subidas al Renault le fallan las fuerzas, el terreno está embarrado y las ruedas pierdan tracción por lo que tenemos que buscar pistas alternativas. Es en una de esas veces donde cogemos un rumbo equivocado y recorremos unos 60 kilómetros en dirección erronea. La noche nos cae encima y dejamos de ver las montañas que llevabamos de referencía. Otra vez a dormir en el interior del coche ya que una amenazadora tormenta se ve a lo lejos. Oimos los truenos y vemos los relampagos pero donde estamos no cae ni una gota.
Después de 20 días de competición el cansancio se nota y caimos rendidos pese a la incertidumbre.
Nos ponemos en marcha y en apenas 10 minutos cogemos la pista correcta. Empieza a diluviar y en un breve momento que el movil tiene covertura nos llega un SMS desde España avisandonos de “Inundaciones en Mongolia” justo por la zona que nosotros llevamos.
Lo que sigue parece sacado de una pelicula de Almodovar. Las pistas se convierten en rios. Recorremos cientos de kilómetros pisando literalmente agua. Menos mal que el fondo es pedregoso sino abriamos tardado semanas en salir de allí. Solo nos cruzamos con algunos locales e incluso una familia que en medio de una riada su furgón quedo atrapado y tuvieron que subirse al techo para no mojarse. Al final abandonaron el auto allí y prosiguierón en un camión.
Pasados tres dias y con tan solo tres marchas en el coche, la luna delantera reventada, sin amortiguación ni tuvo de escape, el Renault Clio de 1100 cc cruzo la FINISH LINE del Rally Mongol 2010 en Ulan Bator. Sexto puesto en la clasificacion general y un monton de anecdotas para recordar.
Esta claro que no hace falta tener un todoterreno super preparado ni mucho presupuesto, para vivir aventuras o viajar, lo único que hace falta son ganas de ponerse en camino el resto llega solo, por lejos que este.
Texto y fotos:
Juan Pedro Ponce
Covadonga Fernandez
Para cualquier cosa:
overlandspain@ymail.com

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