Esta carretera es el primer contacto que realmente tienes una vez abandones el asfalto. Pronto compruebas que los pocos camiones con los que te cruzas no levantan el pie por mucha arena que tenga la pista y conducen los trailers como si estuvieran en una autopista de cuatro carriles. Aun así, son corteses y te suelen agradecer el que los dejes pasar.
De vez en cuando, cruzas pequeños puentes de un solo sentido y numerosas cascadas acompañan el viaje. Tiene muy poco trafico, pero el suficiente si te quedaras tirado. Al final te terminas ahorrando unos 65 kilómetros sobre la Ring Road , pero aunque no fuera así merecería la pena desviarse.
Por el camino paramos mas de lo necesario para ver aves de cerca, mojarnos en el río o hacer el cafre por los riscos.
Desde la cumbre y si el tiempo lo permite se puede ver 10 kilómetros a la redonda, por todo el campo de hielo e incluso el océano.
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